Tamuín, capital de la cultura Huasteca

El Adolescente de Tamuín, también conocido como el Adolescente Huasteco, es una impresionante obra escultórica de la Cultura Tének o Huasteca, que floreció durante el período posclásico mesoamericano, aproximadamente entre los años 900 y 1521. Este magnífico hallazgo se produjo en la Zona Arqueológica de Tamuín, ubicada en un pueblo huasteco en la región que abarca San Luis Potosí y el norte de Veracruz. Esta escultura, de considerable relevancia en el contexto del arte prehispánico de Mesoamérica, es un testimonio fascinante de la destreza artística de sus creadores.

Adolescente Huasteco
Adolescente Huasteco

El Adolescente Huasteco se presenta como una figura antropomorfa esculpida en piedra caliza, que alcanza una altura de 145 centímetros. Representa a un joven tének en su desnudez, con su cuerpo adornado con intrincados motivos artísticos que evocan tatuajes ceremoniales. Estos grabados se extienden por el costado derecho de su cuerpo, así como por la nuca, el cuello, las muñecas y los hombros, aportando un profundo simbolismo a la escultura.

El Adolescente adopta una postura particularmente significativa, con su brazo derecho doblado, la mano tocando su pecho, mientras que la otra reposa sobre su cuerpo. Esta pose guarda similitudes con otras esculturas de la cultura huasteca y se asemeja a las descripciones que encontramos en las crónicas del siglo XVI sobre esta civilización. La cabeza del Adolescente presenta una forma peculiar debido a la práctica de deformación craneal artificial, y sus características incluyen decorados en las quimeras, dientes afilados y la característica desnudez que distingue a estas esculturas. En la espalda, lleva colgado a un nidio mediante una banda, y este también exhibe deformación craneal y orejeras.

La iconografía de los grabados en el cuerpo del Adolescente guarda relación con mazorcas de maíz, así como con el dios Ehécatl Quetzalcóatl, añadiendo una dimensión espiritual a esta impresionante obra de arte. Este tesoro arqueológico fue descubierto en 1917 en la estructura oeste de la Zona Arqueológica de Tamohi, en la región huasteca, específicamente en el Rancho El Consuelo. La pieza originalmente se encuentra resguardada en el Museo Nacional de Antropología, donde ocupa un lugar destacado en la Sala de Culturas del Golfo, en la Ciudad de México. Esta escultura representa un valioso legado de la antigua civilización huasteca y sigue cautivando a quienes tienen la fortuna de contemplarla en la actualidad.

David Alarcón
David Alarcón

¿Necesita un sitio web o una aplicación móvil para su negocio o proyecto personal? Estoy aquí para ayudar. Puedo ofrecerle una solución personalizada y adaptada a sus necesidades. ¡Contácteme para discutir sus ideas y objetivos!

Contactar

¿Quieres un viaje a tu medida?​

100% personalizado a tus gusto y presupuesto

¿Quieres conocer la Huasteca Potosina?

Envíanos un mensaje con los datos que se pide. Y te podemos ayudar a buscar la mejor opción para ti.

🔒 Protegemos tu privacidad y no enviamos spam.